viernes, 17 de enero de 2014

Cerrando Blog

Nunca he sido muy de despedidas. De hecho, es muy probable que sea una de las personas que más odia las despedidas del mundo. Recibir a alguien es diferente, eso me apasiona, pero a la hora de decir adiós…

De hecho tengo una manía un tanto curiosa. Cuando estoy en una cena multitudinaria, una fiesta, un plan familiar o cualquier evento de masas; a la hora de despedirme, siempre dejo para el final a la persona/as que más me importan, a quienes más quiero. Mis mejores amigas, el niño de turno, mi primo favorito, esa persona a la que llevabas tiempo sin ver, la amiga que está de visita, el amigo que se fue a trabajar fuera, etc. Cada cual en su momento.

El tema es que, por mucho que deteste decir adiós, sabía que no podía marcharme de aquí sin despedirme, sin dedicarle a este rincón unas palabras.
No voy a insistir en lo que este blog ha sido para mi, porque creo que después de estos años y no sé cuántos posts, lo tenéis bastante claro. Sin embargo, me hace ilusión contaros lo que he aprendido del 2009 a esta parte, cómo he ido cambiando desde entonces, y, por supuesto, daros las gracias por leer cualquier post sin conocerme; aunque fuera pinchando en mi enlace al buscar la palabra “caballo”, “amistad” o “amor” en Google.

Aquí se han quedado mis ex novios, las amistades pasajeras (o compañías, porque lo pasajero no es amistad), mis creencias en la mejor amistad entre un hombre y una mujer, la admiración por determinadas personas o lugares, la costumbre de ir a Green, los años de universidad con sus respectivas juergas y salidas de lunes a domingo, los rencores, las primeras impresiones, mi errónea concepción de “vida perfecta”, la pereza a la hora de levantarme, y todo lo negativo que ha intentado arrastrarme a ser y sentir de una manera de la cual no me sentiría orgullosa.

Pero no sólo he ido dejando cosas por el camino, sino que he aprendido muchas más. He aprendido a ver más allá del aspecto físico, a no juzgar a una persona sin conocerla, ni mucho menos opinar sobre ella sin conocer las condiciones de  su vida que le han hecho ser como es. He retomado la relación con personas que valen muchísimo y que siempre han estado y estarán cuando sea el momento. He aprendido que tenemos que cuidar a los amigos, porque valen su peso en oro. Que hay que dar para recibir, pero que recibir no tiene que ser el motivo por el que das. Que, lo mejor de lo mejor, es decir “te quiero” y que te respondan que “también te quieren”. Que la música mueve el mundo y a las personas, animales y plantas. Que no soy capaz de tener una mascota, porque siempre acaba siendo mi madre la que se encarga del trabajo duro. Que es cierto aquello de que “los amigos son la familia que nos permitimos elegir” y que la familia es algo incondicional, una fuente de amor infinita. He aprendido que los padres también lloran y que su amor, a veces, puede llevarles a hacer cosas que se escapan de nuestra razón. Que un hermano, aparentemente, puede no tener nada que ver contigo, pero si le dedicas más de cinco minutos al día, te das cuenta del mundo tan descomunal que lleva por dentro y de lo realmente parecidos que sois. Que cuando llevas una semana sin pasar por casa, nada más que para cambiarte, comer y dormir, echas de menos la sensación de hogar y las conversaciones y risas de tardes que se convierten en noches. 

He aprendido que no somos nadie, que somos un punto en medio de un universo infinito; por lo que, cualquier problema que tengamos, es una chorrada. He aprendido que todo en esta vida tiene solución, “menos la muerte y hacienda”. Que nacemos solos y nos morimos solos, así que por muchos palos que te de la vida, tenemos que tirar para adelante y sacarnos las castañas del fuego, porque si no, nadie lo hará por nosotros. Que sentarte a esperar que la vida pase de largo y que las soluciones caigan del cielo, no sirve para nada; hay que levantarse e ir a por todas. Que si realmente quieres algo, pero sólo realmente, nada ni nadie puede hacerte cambiar de opinión, y lucharás por ello a capa y espada. Que hay razones que el corazón no entiende, y corazonadas que se escapan a la razón. Que hay personas realmente buenas en el mundo, no hay que buscarles la vuelta, son buenas y punto; y por la misma regla de tres, hay personas que llevan la maldad totalmente calada y, por muy loco o increíble que nos parezca, son capaces de eso y más. Que la gente no cambia. Las personas nacen buenas, y en sus primeros diez años de vida absorben todo lo que ven o escuchan, y eso es lo que encauza su forma de ser, sentir y actuar. Por esto, el carácter y los sentimientos de una persona echan raíces en su interior, y hacen que viva acorde a todo ello, siendo totalmente incapaz de cambiar. Quizás cambie temporal o aparentemente, pero al cabo de unos años o con ciertas cosas que le ocurran en la vida, saldrá la persona que realmente es. También he aprendido que sin valores no somos nada. Que la educación es la base de cualquier sociedad, y que sin ella no vamos a ninguna parte; pero no hablo sólo de buenos modales, hablo de multiplicar el respeto y dividir el egoísmo. 

Me he dado cuenta de que me encanta escribir, y cada vez más; y de que, si quiero, soy capaz de escribir un libro. Que la cultura es algo maravilloso y que el arte, lo comprendas o no, sigue siendo arte y es algo que perdura en el tiempo. Que un libro puede hacerte reír, llorar, meditar, e incluso cambiar un día de tu vida. Que hay que saber valorar cada cosa en su contexto y evitar individualizarlo todo. Que “tú eres tú y tus circunstancias”, y eso no significa que la gente que te rodea sienta, actúe u opine de la misma manera, y no por ello son inferiores o debes desecharlos. Que la risa es la mejor cura del mundo entero, y en compañía mejor que mejor. Que hay que dejar marchar a las personas que no quieran quedarse, porque retenerlas es engañarlas y engañarte. Que cuando la vida te avisa de algo, hay que hacer caso, porque luego te estrellas y llegan los llantos. También he aprendido a llorar donde me pille; de alegría, de pena, por una canción o porque me apetece, y punto. Aunque puedo ser más fuerte que nadie y tragar lo que haga falta. 

He vivido en primera persona lo que es un jefe insoportable y otro que es un encanto y que, cuando te llama la atención, es por tu bien. Que la justicia no está a la orden del día, pero por mucho que nos empeñemos, no depende de nosotros cambiarlo. Haría falta siglos de coherencia y progreso social. Que la vida laboral y el funcionamiento de una empresa, por mucho renombre que tenga, es exactamente igual que como te lo describen en las películas y te cuenta la gente. Que, en esta vida, hay que estar ojo avizor en todo momento, y que cuando no te das cuenta ya te han puesto la zancadilla. Por eso hay que saber reaccionar ante todo y estar preparado para saber reaccionar y responder en el momento adecuado. Porque el momento y el lugar es algo crucial. Si sabes dónde y cuándo, puede cambiar la historia por completo. 

He aprendido que cuando me da la gana puedo enrollarme como las persianas, pero eso ya lo sabíamos todos, no es novedad. Así que voy a parar de escribir; que “lo bueno, si es breve, dos veces bueno”. Además, debería estar haciendo otras cosas, para variar.

Espero que esta despedida os haya llegado a todos. Os deseo lo mejor en el camino que nos queda por recorrer (que no es corto) y mucha, muchísima felicidad.

Nos vemos pronto.

Mayma

viernes, 13 de diciembre de 2013

Esperanza

Este blog empieza a no formar parte de mi vida. Ya no lo tengo presente en mi día a día, ni tengo ideas que me apetezca plasmar.
Sin embargo, estoy intentando alcanzar un sueño. Dos, en realidad. Uno de ellos es dirigir el departamento de comunicación de una gran empresa, y el otro es escribir un libro.
Digamos que estoy empezando a abrirme camino en ambos, y además me está encantando.
Es una faceta nueva y totalmente diferente a lo que me había dedicado hasta ahora; y, sinceramente, aún no me acostumbro al mundo laboral. Sigo creyendo que estoy en la universidad, pero con nuevas responsabilidades.

No por orgullo
Ni por incapacidad
Ni por soberbia
Sino, simplemente
Porque aquello
Ya no encaja en tu vida
Cierra la puerta
Cambia el disco
Limpia la casa
Sacude el polvo
Deja de ser 
Quien eras
Y transfórmate en
Quien quieres ser.

Paulo Coelho

miércoles, 16 de octubre de 2013

Love Stories

"In your life, you meet people. Some you never think about again. Some you wonder what happened to them. There are some that you wonder if they ever think about you. And then, there are some you wish you never had to think about again. But you do."

C.S. Lewis


"I have loved no part of the world like this, and I have loved no women as I love you. You're my human Africa. I love your smell as I love these smells. I love your dark bush as I love the bush here. You change with the light as this place does, so that one all the time is loving something different and yet the same. I want to spill myself out into you as I want to die here."

Graham Greene, The end of the Affair

viernes, 4 de octubre de 2013

ERROR FATAL

Buenos días a todos, 

Escribo única y exclusivamente para disculparme por un terrible error que he visto en el blog últimamente. Me explico. Como bien sabéis, cambié de dirección y cabecera hace unos meses, pasando de My SunFlowers a The Secret Pocket. Además, he cambiado el formato de este último una y otra vez (sí, lo sé, debería decidirme por un formato en vez de ser tan cambiante) El caso es que, por culpa de todos estos problemas logísticos, me he percatado de que gran parte de las entradas escritas desde los comienzos han sufrido serios cambios. Los párrafos se han juntado, los puntos y aparte se han esfumado, se ha quitado la justificación de los márgenes... De manera que parece que escribo todo de corrida, dando lugar a un montón de frases apelotonadas sin ton ni son. Queda espantoso visualmente; así que no tengo nada que decir sobre la impresión que da a la hora de leerlo.

Como comprenderéis, no creo que proceda editar, uno por uno, todos los posts. Primero, porque me volvería loca, y segundo, porque es muy probable que en unos meses decida cambiar de nuevo el formato y se me desestructure todo otra vez.

Si hay algún lector bondadoso y experto en tecnología blogger, alias alma caritativa, que sepa cómo edtitarlo todo de golpe, agradecería mucho una little help.

Muchas gracias y mil disculpas.

martes, 1 de octubre de 2013

Se dice pronto

Por ese momento en el que decides, de manera definitiva, que no quieres volver a saber nada más de alguien en toda tu vida.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Las series españolas también tienen moraleja

"Hay cosas que uno no puede hacer solo... Discutir, subirse y sujetar a una escalera a la vez, o doblar una sábana de esas de cama de matrimonio. 
Yo toda mi vida he pensado que lo ideal era vivir en pareja; por muy extraña que fuera la pareja. De hecho hay parejas que acaban convirtiéndose en tríos; parejas que se van quedando sin pareja, porque no se puede evitar el miedo a no estar a la altura. Hay parejas que son imposibles por definición; por historia y por física, aunque no por química. O parejas en las que la química se ha ido gastando, aunque sigan compartiendo una familia. Familias donde, en algún momento, hubo una pareja. Parejas que fueron en algún momento, y ya no son nada... y eso es lo que más miedo da en la vida, cuando la pareja se rompe. Sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene es de pánico; un miedo atroz al cambio, a la pérdida de control sobre nuestras vidas, un miedo atroz a estar solo. Pero cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevarnos a un lugar mejor. 
Hoy es el primer día del resto de mi vida; porque, desde hoy, creo que lo más importante en esta vida es saber volar solo."

Esto, por increíble que parezca, es un fragmento del guión de Los Hombres de Paco.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Time goes by

Los días pasan, y pesan.

Mi carrera ha acabado, el verano también, y el otoño acaba de entrar pasando desapercibido.

El blog que comencé a la vez que la carrera, va pasando lentamente a un segundo plano. Creo que a partir de ahora escribiré puntualmente, cosa que habréis podido comprobar en los últimos dos meses. Es bastante irónico que, ahora que tengo todo el tiempo del mundo, no le dedique más que una noche puntual a este bolsillo secreto.
En efecto, no tengo trabajo. Mi vida corre y corre, y sin embargo, me encuentro en un estado de stand by a la espera de llamadas importantes que no llegan. En casa me culpan de impaciente, pero no puedo evitar sentirme culpable, de alguna manera, por estar como estoy.

Espero que por aquí todo siga como siempre. Aunque tarde meses en volver, siempre vuelvo... Sabéis que no soy de dejar las cosas a medias, al menos no a largo plazo. 

Quizás la próxima vez que actualice, lo haga desde Irlanda. Si es así, tened por seguro que os pondré al día antes de irme. 

Nos vemos pronto.
Espero.